Ambar Motors inició sus operaciones en 1939, y operaba como distribuidor de varias marcas del fabricante General Motors, tales como Chevrolet, Cadillac, Oldsmobile y Opel. La empresa también contaba con una operación de ensamblaje local de camiones Chevrolet y Opel. En 1958, Cuba se convirtió en el mayor mercado de Cadillac fuera de los Estados Unidos.
Las instalaciones de Ambar Motors en Infanta y 23, incluían un amplio salón de ventas, un taller de reparaciones y un gran almacén para los repuestos.
A lo largo de los años, el grupo diversificó sus operaciones en el país abriendo el Banco Atlántico, que le otorgaba líneas de crédito para invertir en viejas y nuevas empresas. También se realizó inversiones en medios de comunicación comprando y renovando tecnológicamente el prestigioso periódico El Mundo y luego fundando la cuarta emisora de TV de Cuba, Telemundo.
En 1959, al erradicarse la propiedad privada en Cuba, Ambar Motors y sus compañías afiliadas fueron confiscadas por el gobierno de Fidel Castro. Poco después de esto, la familia Barletta salió de Cuba, junto a una parte de sus empleados, quienes fielmente continuaron laborando para sus empresas tanto en Puerto Rico como en República Dominicana.